La sociedad como acontecimiento

La discusión del Seminario de Filosofía Social del CISAV el día 10 de diciembre, versó sobre todo en dos temas: ¿Existe la libertad humana? y ¿Cuál ha de ser el punto de partida de una antropología no ideológica ni comprometida?.

Carlos Gonzales en su ponencia “La Sociedad como Acontecimiento” sostuvo que las estructuras neurotransistémicas de significación como fenómeno neurobiexistencialista funda un nuevo ámbito y una nueva manera de mirar al ser humano. Según Gonzales la antropología neuroexistencialista cumple con el llamado a ser una ciencia no idiológica, ni comprometida.

Diego Rosales Meana, replicante de esta sesión del seminario, compartió con Gonzales la crítica al paradigma de la escisión epistemológica entre saberes naturales y el saber del hombre, sin embargo, difiere con Gonzales su punto de partida. Para Rosales el conocimiento cientifico basado en la neurobiología no es la explicación última sobre la realidad humana. Rosales sugiere que la fuente última de conocimiento, puede ser también la experiencia originaria que tenemos de lo humano. De este modo, se puede comprender con mayor sentido, entre otras cosas, el fenomeno de la libertad.

Diego Rosales replica a Gonzales el supuesto de que “todas nuestras acciones están determinadas por las estructuras neurotransistémicas de significación, de lo que se deriva que la libertad no existe”. Según Rosales no sólo enunciamos que somos libres, sino que de hecho lo somos: “nuestras acciones y su correlato en las estructuras debe ser interpretados desde la experiencia fenoménica y factica de que somos libres”.

Como podemos ver, según el punto de partida desde el que se estudia al ser humano se tienen diferentes nociones, matices y consecuencias. Es importante que los problemas de índole humana y las soluciones encontradas se planteen sin condicionamientos ideológicos. En este sentido, deshacerse de los propios prejuicios a la hora de abordar los problemas no implica escepticismo, sino una mayor apertura de investigación y diálogo que permita analizar los problemas de modo global, sin excluir algunas dificultades por motivos extracientíficos. Esto es precisamente lo que buscamos hacer en el Seminario de Filosofía Social.