El día de ayer, martes 11 de noviembre, el CISAV asistió a la llamada Casa Lago, ubicada en el municipio de Cuautitlán, Estado de México, para presentar la síntesis de sus dos últimos trabajos de investigación ante el pleno de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
La primera intervención estuvo a cargo de la Mtra. Jimena Hernández, directora ejecutiva del CISAV, quien explicó a grandes rasgos quién es, qué hace y cuáles son las divisiones que integran la institución que representa, para reiterar su disposición de colaborar con el Episcopado Mexicano. Acto seguido, presentó a los ponentes y los trabajos de investigación que iban a explicar cada uno de ellos.
La segunda intervención estuvo a cargo del Dr. Fidencio Aguilar, quien presentó el dossier titulado “Violencia en México. Del dolor a la esperanza” y explicó que el crimen organizado aprovecha las circunstancias actuales para potenciar los niveles de violencia ante un Estado inerme o inoperante (creando una simbiosis entre el crimen organizado y el Estado), y ante una sociedad con un tejido social roto (creando una simbiosis entre el crimen organizado y la sociedad). Los resultados son más de 441 mil muertos, de 2015 al 2025, y casi 90 mil desaparecidos. Lo que representa una dimensión de crímenes mayor que cualquier guerra activa y para probar su afirmación, mostró los números de muertos que han cobrado las guerras de Rusia vs. Ucrania y la de Israel vs. Gaza.
El citado investigador también mencionó que, en México, la tipología del crimen organizado se compone de dos grandes cárteles que son el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación, los cuales establecen alianzas con los diversos clanes y pandillas que tienen presencia en los distintos territorios del país.
Esto -agregó el Dr. Aguilar- exige abrir caminos de discernimiento para visibilizar y acompañar a las víctimas para que éstas sean protagonistas de su voz y de su sentir, además de reconocer los caminos de esperanza como los esfuerzos que emprenden las madres buscadoras.
La tercera y última intervención fue la del profesor Marcelo Bartolini, quien habló del informe titulado “Agentes no estatales que limitan la libertad religiosa en América Latina y el Caribe”, que preparó la División de Ciencias Sociales y Jurídicas del CISAV para el Observatorio Socioantropológico y Pastoral que forma parte del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe.
Para entender el enfoque de esta investigación, el abogado mencionó que, en el siglo pasado, cuando se suscribieron la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (OEA), y la Declaración Universal de Derechos Humanos (ONU), prevalecía un enfoque Estado-céntrico. Esto quiere decir que solo el Estado era capaz de violar los derechos humanos, mientras que las personas y grupos sociales únicamente cometían delitos o infracciones administrativas.
Sin embargo, desde el CISAV se observa que, en la actualidad, además de los agentes gubernamentales que siguen limitando la libertad religiosa en países autoritarios como Nicaragua, hay varios agentes no estatales (particulares) que también limitan la libertad religiosa en América Latina y el Caribe.
El profesor Bartolini puso por ejemplo las notas de prensa que documentan casos sobre amenazas, extorsiones, vandalizaciones, robos, sacrilegios y cierre o incendio de templos, así como secuestros, homicidios y desapariciones forzadas de sacerdotes, religiosas y agentes de pastoral.
De modo que, el propósito de la citada investigación fue identificar el perfil de estos agentes no estatales, sus actos que limitan la libertad religiosa y, sus motivaciones, en la medida de lo posible.




