Mtro. Carlos Ramos Rosete[1]
El primer párrafo del Nican Mopohua, según la traducción elaborada por el reconocido nahuatlato Miguel León Portilla (1925 – 2019) dice:
“Nican mopohua, motecpana, in quenin, yancuican, huey tlamahuiçoltica, monexiti in cenquizca ichpochtli Sancta Maria Dios Inantzin tocihuapillatocatzin, in oncan Tepeyacac, motenehua Guadalupe.”
“Aquí se relata, se pone en orden, cómo, hace poco, de manera portentosa, se mostró la perfecta doncella. Santa María, madrecita de Dios, nuestra noble señora,
allá en Tepeyácac, Nariz del monte, que se dice Guadalupe.” (León Portilla, M., 2014; 92-93)
De esta traducción hay que observar, que Ees adecuado traducir “Sancta Maria Dios Inantzin” como “Santa María, madrecita de Dios”. La expresión “Dios Inantzin” merece un comentario particular;
“Dios Inantzin” es un doble vocablo que está funcionando como adjetivo del sujeto Santa María. Es una expresiónmestiza porque combina la palabra castellana “Dios” con la voz náhuatl “Inantzin”
“Sancta Maria Dios Inantzin”. La voz “Inantzin” tiene la terminación “tzin”. En náhuatl , comúnmente, las terminaciones “tzin” o “tzintli” eran vertidas al castellano como diminutivos. Pero tales terminaciones en el náhuatl de antes de la conquista eran usadas para referirse ya sea a cosas, animales o personas de modo respetuoso o con gran aprecio. Como se puede ver en el párrafo del Nican Mopohua antes citado ahí se escribe “tocihuapillatocatzin” traducido como “nuestra noble señora”; aquí la terminación “tzin» expresa un modo de referirse a una noble persona o noble mujer con aprecio o con respeto. Algo similar ocurre cuando en el Nican Mopohua al referirse por primera vez a Juan Diego se le llama “macehualtzintli”, traducido como “hombrecillo”; pero en este caso, macehual o macehualli es la persona de condición social baja que no es de la clase alta o noble, pero con la terminación tzintli se hace referencia a Juan Diego como una persona de clase baja con un sentido de aprecio o respeto. O sea, cuando se dice que Juan Diego es un macehualtzintli se puede traducir como que Juan Diego es una apreciable persona de clase baja o bien el respetable Juan Diego de clase baja. Sin embargo, con la presencia española la traducción es con el diminutivo hombrecillo o podría traducirse como pequeño hombre de clase baja.
De acuerdo a lo anterior, la expresión Sancta Maria Dios Inantzin, aunque es traducida como Santa María, madrecita de Dios, bien puede traducirse como, la muy apreciable Santa María madre de Dios, o bien la muy respetuosa madre de Dios. De hecho, habría que agregar que las terminaciones “tzin” o “tzintli”, también pueden implicar en su traducción al español el adverbio “muy” que debe de sumarse a la idea de aprecio o respeto.
Como ya se dijo, la expresión “Dios Inantzin” es un vocablo mestizo, en el cual, la palabra castellana “Dios” se une a “Inantzin”.
Por otra parte, en náhuatl encontramos los siguientes vocablos: “teotl” y “teteoinan”. La palabra “teotl” se traduce como “dios”; su plural, “teteo”, como “dioses”. Como en muchas culturas politeístas tal palabra funciona más como adjetivo que como sustantivo. En náhuatl prehispánico tomada sola la palabra “teotl” es ambigua e indeterminada, porque habría que especificar el tipo de teotl al cual se buscaba referir, por ejemplo, ometeotl, el dios de la dualidad; huehueteotl, el dios viejo; centeotl, dios del maíz.
Otro caso con la palabra teotl es la voz “cihuateotl”, que mienta la mujer madre que moría durante el parto; “cihuateteo”, mujeres muertas en parto. Se refiere a la mujer humana que al morir durante el parto adquiere una condición divina porque luchó por su vida y por la de su hijo. De ahí que cihuateotl se traduzca como mujer divina o mujer que se hace divina por la situación en que murió.
Como se ha señalado las voces “teotl” o “teteo” se sitúan dentro de un contexto politeísta. En cambio en el Nican Mopohua se introduce la palabra castellana “Dios”. Porque “Dios” en español, bajo la influencia cristiana, se entiende más como un sustantivo que refiere a alguien que es creador del universo, todopoderoso, único Dios al cual hay que adorar. En la voz “Dios Inantzin” se alude ya a una divinidad en el contexto del monoteísmo para alejarse del teotl politeísta. Para entender lo anterior se puede decir que en la visión cristiana de Dios, que es una trinidad, no puede decirse que el Padre es teotl, el Hijo es teotl y el Espíritu Santo es teotl; porque entonces serían tres dioses. Más bien, Padre, Hijo y Espíritu Santo son único Dios.
En el artículo de Miguel León Portilla intitulado: “Ometeotl, el supremo Dios dual, y Tezcatlipoca, Dios Principal”, (¿falta la referencia?) aparece la palabra “teteoinan”, como a continuación se reproduce:
“Madre de los dioses [Teteu inan],
Padre de los dioses [Teteu ihta],
el Dios viejo, Huehueteotl,
tendido en el obligo de la tierra
en sagrado recinto de turquesas.
“Teteoinan” o “teteuinan” se traduce como “madre de los dioses”. Para resaltar la diferencia entre un contexto politeísta y remarcar el contexto monoteísta de la aparición Guadalupana, el Nican Mopohua utiliza la expresión Dios Inantzin, es decir, la muy apreciable o la muy respetable madre de Dios o como comúnmente se traduce madrecita de Dios.
El historiador Eduardo Chávez hace un interesante comentario con relación al término náhuatl inantzin estableciendo que dicho término remarca que María Guadalupe es madrecita por su relación intrínseca con el verdadero Dios:
“María utilizó la palabra náhuatl inantzin que podría traducirse como madrecita, sin embargo, en náhuatl cuando se autonombra la persona con el reverencial tzin, significaba que se honraba por la persona a la cual se refería, por lo que la interpretación real sería: <que tengo el honor y la dicha de ser Madre>, en este caso en referencia a Dios.” (Chávez, E., 2009; 282)
Finalmente, la expresión “Dios Inantzin” es perfectamente correlativa a la noción cristiana católica: Theotokos (Θεοτόκος), palabra griega que significa Madre de Dios. Es el título que la Iglesia cristiana temprana le dio a María en el Concilio de Éfeso en el año de 431. El significado teológico en ese momento fue enfatizar que el hijo de María, Jesús de Nazaret, era completamente Dios y también completamente humano. De ahí que la maternidad de María es Divina y humana.
[1] Maestro en filosofía por la Universidad del Valle de Atemajac (UNIVA). Docente del Departamento de Formación humanista de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). Miembro del Centro de Estudios guadalupanos de la UPAEP.
Bibliografía:
Chávez Eduardo. La Verdad de Guadalupe. Ediciones Ruz. México 2009.
Miguel León Portilla (1999). Ometeotl, El Supremo Dios Dual y Tezcatlipoca, “Dios Principal”. Estudios de cultura náhuatl # 30. https://nahuatl.historicas.unam.mx/index.php/ecn/article/view/9201
Miguel León Portilla (2014). Tonantzin Guadalupe. Pensamiento náhuatl y mensaje cristiano en el Nican Mopohua. FCE, México.