Cambios en la percepción de muerte por la actual pandemia de Covid-19

Por Andrea Munguía

Hace unos días, un amigo sacerdote me comentó que a raíz de la pandemia, en la comunidad donde reside, han pasado de velar a una persona por semana (antes del Covid 19) a una defunción por día y a veces hasta tres. Este dato se juntó con la noticia de que la madre de una amiga, después de haber perdido a su esposo por covid en diciembre, enfermó a mediados de enero, fue internada y ahora se encuentra en casa completamente aislada, sin poder verla o comunicarse, bajo el cuidado de una enfermera -que con mucho esfuerzo contrató la familia- y a expensas de la peor de las noticias. Pareciera ser que la única relación en ambos casos es la enfermedad por coronavirus pero ambas situaciones me hicieron reflexionar sobre la muerte en estos tiempos, en una sociedad que se ha visto empobrecida por los efectos económicos y familiares a un año de confinamiento, y que encima está viviendo una alteración sociocultural de los rituales funerarios. 

Si bien, la enfermedad y la muerte son experiencias inevitables y vivir supone que algún día padeceremos o pereceremos, la interpretación de ambas depende en gran medida de las condiciones socio-históricas y del proceso de salud/ enfermedad/atención de cada cultura; esta interpretación se remonta a los orígenes de nuestra especie, confirmando que dicho proceso supone que en todas las sociedades existen y han existido técnicas o prácticas con el objetivo de entender, comprender y, darle solución a los problemas y daños generados cuando se merma la salud (Menéndez,1994:72), así mismo con las técnicas mortuorias para la preparación del cuerpo y rituales de sepultura (Barley, 2006). 

En México, la muerte siempre ha tenido un lugar especial en la sociedad, de hecho tenemos una relación tan cercana que cada año festejamos, el 1 y 2 de noviembre, Todos los santos y Día de muertos, pero haciendo una breve reflexión filosófica sobre ella cuando adquirimos conciencia de nuestra finitud nos sentimos vulnerables e incluso sufrimos al pensar los posibles escenarios en los que podemos a morir. 

Lo mismo sucede con la muerte de un ser querido, si bien no es una experiencia personal, sí se vive en primera persona; por desgracia esta muerte no elimina la insustituibilidad del otro (Guerra, 2010:24) y deja un vació ante el reconocimiento de que ya no está, pero quedaba la oportunidad de despedirse en una ceremonia. 

En una entrevista al antropólogo Luis Núñez (Valencia, 2020) se afirma que desde hace algunos años los ritos funerarios han cambiado en nuestro país, hemos pasado de la organización y hasta ceremonia de cuerpo presente en una casa familiar a la adquisición de servicios en funerarias, sin embargo las indicaciones de confinamiento hoy en día han generado nuevos cambios: la posibilidad de despedirse reunidos en familia o con seres queridos se ve impedida debido a los protocolos de no acercarse a los cuerpos en bolsas biodegradables y limitada a las plataformas digitales que algunas empresas funerarias, como en Estados Unidos, Italia y México, ofrecen para “despedirse”. Es decir, la muerte de una persona pasó de ser un evento público a uno privado y actualmente a ser el fin de un prolongado aislamiento por la enfermedad. 

Lo anterior resulta también en una completa transformación social en otros ámbitos de la vida, económicamente durante el 2020 el alza de servicios funerarios incrementó un 4.3%, poco menos del 4.5% del 2010 -que fue considerado el año más violento en México- y ya durante el 2021 enero fue el mes más mortífero desde que inició la pandemia y en algunas funerarias se registró un 97% de incremento en sus servicios, por lo que temen verse rebasados en los siguientes días. En el ámbito laboral y sanitario podemos mencionar el surgimiento de empresas informales que, debido a la urgencia (por no decir necesidad) de la situación de las familias y hospitales, ofrecen los servicios fúnebres a una tercera parte del negocio formal, pero que operan sin los permisos de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios, la Secretaría de Salud,  servicios municipales, entre otras acreditaciones (Navarrete, 2021). 

En esta misma situación de urgencia se suma otro aspecto que está tomando fuerza al rededor del fenómeno de la muerte por covid, el duelo. Recordemos que no sólo el paciente muere en soledad sino que el proceso de duelo para los familiares no concluye adecuadamente, no hay espacio para despedirse, sincerarse o pedir perdón a la persona que va a morir, ni siquiera después de su muerte. Tratando de evitar esta situación varios especialistas, asociaciones e instituciones hay creados páginas y grupos de atención especial para personas que han perdido a familiares por el virus y que siguen en duelo.

Es evidente que la pandemia ha dejado en jaque la atención, el acompañamiento y la despedida final de la vida, así como nuevos argumentos sobre muerte digna, eutanasia y cuidados paliativos en pacientes confirmados con coronavirus. No obstante los cambios más grandes los estamos viendo en el mismo proceso y percepción de salud-enfermedad-atención mencionado ya antes, y a conceptos como dolor, sufrimiento y duelo. Concluyendo, esta pandemia llegó para ayudarnos a valorar la vida y reflexionar  a largo plazo y en otras publicaciones sobre las condiciones que las personas cuentan para vivir con calidad hasta el último de sus días.

Referencias

  • Barley, Nigel.(2006). Bailando sobre la tumba. Anagrama. México.
  • Guerra López, Rodrigo. 2010. La persistencia del yo. Identidad personal e inmortalidad del alma humana. Revista del Instituto de Filosofía. Universidad Veracruzana. Vol. 1(2): 21-52.
  • Menéndez, Eduardo. (1994). Le enfermedad y la curación. ¿Qué es medicina tradicional?en Alteridades. Vol. 4(7). Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa Distrito Federal, México. Pp. 71-83
  • Navarrete, Fernando. (2021). Morir en tiempos de COVID-19: precios de los servicios fúnebres registran su mayor alza en 10 años. El Financiero Bloomberg. https://www.elfinanciero.com.mx/empresas/morir-en-tiempos-de-covid-19-precios-de-los-servicios-funebres-registran-su-mayor-alza-en-10-anos
  • Valencia, Nayeli. (2020). Morir en tiempos de Covid-19. IMER Noticias. Instituto Mexicano de la Radio. https://noticias.imer.mx/blog/morir-en-tiempos-de-covid-19/

En este trabajo se reúnen algunas facetas de la filosofía actual. Recientemente se han destacado algunas de sus corrientes, a las que conviene atender, para estar al día en nuestro conocimiento filosófico. Pues todo depende del diálogo que logremos sostener con esas escuelas o tradiciones. Dentro de ellas se encuentran: la filosofía analítica, la fenomenología, la hermenéutica, con especial énfasis en la hermenéutica analógica y el nuevo realismo.

Perspectivas actuales de la filosofía

Mauricio Beuchot

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