Por Alin Castellanos y Paty Mancilla.
La Asamblea General de las Naciones Unidas designa el 15 de octubre como el Día Internacional de las Mujeres Rurales, con el objeto de reconocer el trabajo que en el campo realizan las mujeres, que en cualquier etapa de su vida se dedican al trabajo agrícola.
Así encontramos a las niñas, las abuelas, las mujeres indígenas y mujeres discapacitadas que con su trabajo dignifican la dura labor del campesino, con jornadas de trabajo que inician desde muy temprano con labores propias de la casa, para salir al campo antes de que les gane el sol. Su trabajo no es fácil, pues no sólo tienen que luchar con las inclemencias del clima, sino también con una serie de abusos que van desde la mala remuneración, la discriminación, pobreza, inequidad, pues no disponen del acceso a la tierra de la misma manera que los hombres.
La Resolución aprobada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 18 de diciembre de 2007, invita a los Estados Miembros a trabajar con ellos y en colaboración con la sociedad civil para realizar un esfuerzo y asegurar estrategias que mejoren la situación de las mujeres rurales, entre las que destacan: crear un entorno adecuado para mejorar su calidad de vida; brindarles atención con perspectiva de género y se les permita participar en la creación de programas y políticas públicas para mejorar sus condiciones de trabajo y vida; apoyar la creación de sindicatos y otras asociaciones que les permitan organizarse para tener voz y decisión en las políticas públicas que les beneficien; se les asegure el acceso a los servicios de salud pública, o cuando sea necesaria asistencia humanitaria; visibilizar las necesidades de las mujeres rurales con el fin de que se vean beneficiadas a través de partidas políticas presupuestarias que les permitan el empoderamiento económico, ya sea para administrar mejor sus recursos en la tierra que trabajan o invertirlo en herramientas y tecnología que les faciliten el trabajo en el campo. Además, de la necesidad de garantizar el acceso a la educación adecuado a sus jornadas de trabajo.
En México por ejemplo, se ha invisibilizado el papel de las mujeres que habitan en zonas rurales; de ahí que este día sea tan importante, ya que busca concientizar la contribución de las mujeres en el desarrollo agrícola así como la participación de la misma en el adelanto de la seguridad alimentaria. Las mujeres en el campo viven desigualdad y violencia de género, por eso la importancia de situar a las mujeres especificando sus condiciones.
El Gobierno de México en 2019, indicó que las mujeres rurales trabajan hasta 16 horas diarias (60 a la semana) y que la mayoría no recibe pago directo por su trabajo, ya sea en la producción o comercialización de los productos de la tierra o por el trabajo doméstico que desempeñan. Las llamadas temporeras, que son las mujeres que trabajan en productos de temporal, se calcula que realizan turnos de entre 8 a 17 horas.
Otra de las desigualdades que viven las mujeres en el campo es no ser dueñas de las tierras, trabajan en ellas, pero no les pertenecen. Las productoras no intensivas cuidan los huertos familiares, pero no obtienen remuneración económica. Muchas otras que habitan en zonas rurales, trabajan en la recolección obteniendo un salario menor que el de sus compañeros varones, además su estructura física es utilizada para ciertos trabajos rurales que hombres no realizan, a ellas se les conoce como asalariadas agrícolas temporales o no temporales, dependiendo las condiciones de trabajo. Con datos del ENOE (2019), que recupera el Inmujeres, refiere que “los niveles de pobreza son superiores en las zonas rurales (55.9%) que en las urbanas (38.1%)”, afectando en mayor grado a las mujeres en zonas rurales que además de trabajar en condiciones económicas desfavorables, realizan labores domésticas extras y sin los medios adecuados de bienestar como alimentación, salud y servicios, por nombrar algunos.
El boletín de Desigualdad en cifras del Inmujeres de 2019, indica que en México vivían 14.7 millones de mujeres en localidades rurales, representando el 22.7% del total de las mujeres y el 11.7% de la población total del país (ENADID, 2018 en Inmujeres ,2019). Se incluyen las menores de 15 años realizando labores agrícolas, lo que indica que en zonas rurales se incorporan a temprana edad a trabajos remunerados y no remunerados; en comparación a las zonas urbanas. Se especifica que las mujeres rurales tienen 3.4 años de escolaridad menos que las mujeres que viven en zonas urbanas. El 15% son hablantes de lengua indígena y el 7.5% declaró ser afrodescendiente. Por último se indica que de las mujeres rurales ocupadas, “el 24.5% trabaja en comercio, el 23.4% en servicios, 20.1% en la industria manufacturera y el 13.3% en la agricultura, ganadería, silvicultura, caza o pesca” (Inmujeres, 2019). Las actividades que realizan las mujeres en actividades no remuneradas son: labores domésticas, de cuidados, acarreo de leña y agua.
A nivel internacional la ONU (2021), indica que las mujeres y las niñas rurales garantizan la seguridad alimentaria de sus comunidades y generan resiliencia ante el clima y fortalecen la economía. Pero sólo el 2% de las mujeres rurales más pobres de los países de bajos ingresos completa la educación secundaria. Las niñas de familias rurales son mucho más propensas a contraer matrimonio antes de los 18 años que las niñas de familias urbanas. En algunos países, más del 50% de las niñas de familias rurales pobres se casarán siendo niñas. Por último, indica que menos del 15% de las personas que poseen tierras agrícolas son mujeres
Para concluir, no debemos olvidar que aunque estamos hablando de mujeres, reconocemos que las niñas y adolescentes rurales viven las mismas, o mayores, carencias que las mujeres adultas en el campo, inclusive son más vulnerables a situaciones de violencia.Tomar en cuenta las realidades de las mujeres en todos sus contextos, nos permite identificar y diferencias las distintas necesidades para reducir las brechas de desigualdad y la violencia de género. A saber que, las situaciones que viven las mujeres rurales en todos sus procesos de vida desde la infancia a la edad adulta, las hace susceptibles a ser víctimas de violencia de género, trata, migración forzada, entre otros delitos.
Referencias
Gobierno de México. (2019). ¿Qué significa ser mujer rural?. Recuperado de: https://www.gob.mx/aserca/articulos/que-significa-ser-mujer-rural?idiom=es
Inmujeres. (2019). Desigualdad en Cifras: Mujeres rurales. Recuperado de: http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/Boletin11.pdf
ONU.(2021).Conozca los datos: Mujeres y niñas rurales. Recuperado de: https://www.unwomen.org/es/digital-library/multimedia/2018/2/infographic-rural-women
Recuperado de: https://undocs.org/es/A/RES/62/136 revisado el 08 de octubre 2021.
Recuperado de: https://www.cndh.org.mx/noticia/dia-internacional-de-las-mujeres-rurales revisado el 08 de octubre 2021.