La Universidad Católica de Colombia llevó a cabo el II Congreso Internacional Philosophia Personae, titulado Una antropología para el siglo XXI: la Filosofía Personalista.
El congreso tuvo lugar en el auditorio Paraninfo de la misma universidad desde el 4 hasta el 8 de octubre del presente año. Ahí se reunieron los expertos más connotados en la filosofía personalista contemporánea, con el fin de reflexionar sobre un tema de particular urgencia en la actualidad: la persona humana.
El Dr. Guerra compartió su conferencia “Personalismo: perspectivas hacia el futuro”, en ella explica que “si el personalismo pretende ser fiel a sus intuiciones originarias no puede ser sino un compromiso existencial de orden ético, es decir, de orden práctico-concreto, que conlleva enfrentar los desafíos que se presentan a la dignidad de la persona humana en cada momento histórico particular”.
Las perspectivas y aplicaciones de la filosofía personalista son múltiples en el presente y de cara al futuro. El Dr. Guerra menciona cinco importantes áreas en las que es posible notar la actualidad y necesidad del personalismo para dar respuesta a múltiples desafíos se nos presentan en el contexto contemporáneo, a saber:
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La rehabilitación de la razón práctica y la construcción de un iuspersonalismo.
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La comprensión personalista al interior de una bioética sin adjetivos.
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El personalismo como teoría crítica y la reconstrucción de la democracia en América Latina.
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El carácter personalista de la rehabilitación de las relaciones entre la razón y la fe cristiana.
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Los problemas antropológicos en torno a la identidad y sexualidad humana.
El Dr. Guerra presentó, de este modo, las grandes ventajas y virtudes implícitas en la opción por un personalismo que responde a las demandas del mundo contemporáneo.
También nos recordó que “La verdad sobre el personalismo emerge en la conciencia cuando verifico en mi propia vida, en mi propia historia, que amar a las personas y vivir en comunión es una posibilidad real si me dejo interpelar por mi prójimo y eventualmente por Dios. Algunas filosofías proponen como camino metodológico primero entender, y luego, aplicar lo entendido en la vida. En el personalismo se reconoce la parte de verdad que posee este aserto pero todavía más se afirma que es preciso vivir primero en la verdad y el bien para poder comprender hasta el fondo esa misma verdad y bien de manera teorética». La verdad del personalismo no está reservada sólo a los académicos o creyentes, al contrario, es una verdad presente en todo ser humano.
Es por ello que «el personalismo no muere mientras existan hombres y mujeres que asuman el reto que impone ser testigos de la verdad sobre sí mismos y sobre el mundo. El personalismo vive porque la persona posee una tensión estructural hacia su destino que implica un progresivo autodevelamiento en cada decisión, en cada compromiso, en cada paso de nuestra historia personal y comunitaria. Esta autodevelación no es un dato solipsista de auto- esclarecimiento meramente individual sino trabajo solidario en el que la dignidad del otro, particularmente cuando el otro es explotado, herido y marginado, me reclama un comportamiento preciso, una decisión particular.»
Esperamos que el resultado de estas reflexiones del Dr. Guerra permita extender esta decidida propuesta personalista a través de los ámbitos intelectuales de Latinoamérica y el mundo a través de este foro y que coseche muchos frutos de reflexión y acción.