Con una excepcional y concurrida audiencia se llevó a cabo la sesión sobre “Modernidad y Religión” en el Seminario de Filosofía Social. En esta ocasión contamos con la presencia del pensador , poeta y escritor Javier Sicilia, quien nos presentó una profunda reflexión encaminada a entender la dicotomía entre carisma e institución eclesial bajo el estudio de las categorías más profundas de un cristianismo encarnado. En efecto, lejos de darnos un estudio de eclesiología, Sicilia nos ofreció una reflexión que muestra cómo el hecho de la encarnación constituye una nueva vida bajo el influjo de la revelación de un Dios encarnado, que se despoja de las tradicionales sacralizaciones del mundo antiguo y se expresa como Zoé, es decir, como una vida comprometida con el vaivén de los acontecimientos humanos en contraposición a la postura hierática y subyugadora de las instituciones asumidas en el poder que Sicilia reconoce como una actitud “religiosa” en sentido peyorativo. La institución eclesial tendrá, en palabras de Sicilia, que convertirse más en “llamado a la reunión de aquellos que libremente se han elegido en Cristo para, unidos en él, participar en su pasión y resurrección, y a través de ellas habitar el mundo” y alejarse de la tentación de convertirse en una rígida institución que asume los poderes sacralizados olvidando el servicio auténtico.
La réplica corrió a cargo del Dr. Luis Xavier López-Farjeat, quien estimuló el diálogo expresando la importancia de reconocer que la definición de Iglesia y religión es contextual al mensaje siempre vibrante y nuevo del evangelio, y que es importante recordar que los elementos concomitantes de la historia, como la adopción del cristianismo en el imperio romano, no son determinantes en un modo absoluto. La audiencia mostró su interés elaborando preguntas en las que se percibía la preocupación por comprender la realidad de Iglesia.