El cambio de época que vivimos y el irracional presupuesto de que los recursos energéticos y naturales son infinitos (Francisco, 2015: párr. 101), traen consigo una crisis climática mundial que ha afectado a los sistemas económico, comunitario, de gobernanza, sanitario y ambiental, debilitando el valor del mundo en sí mismo. La ecología humana “implica (…) la necesaria relación de la vida del ser humano con la ley moral escrita en su propia naturaleza (…) para poder crear un ambiente más digno”, (Francisco, 2015: párr. 155) pues es imposible entender a la naturaleza separada del hombre y de los efectos de sus acciones en ella. Se requiere de una visión amplia de la realidad para dar soluciones integrales a los problemas medioambientales que hoy ponen en riesgo las condiciones de vida de las generaciones del presente y a las futuras.