Por Andrea Munguía Sánchez.
Continuando con la propuesta del Plan Acción Global de “economizar” mails en el trabajo, este texto tiene por objetivo desarrollar el primer punto de dicho plan sobre la concientización de la problemática[1], no sólo de la generación y/o conservación de correos innecesarios en el trabajo sino de lo que hay detrás de ello, desde la construcción de un dispositivo electrónico y las medidas a tomar para reducir nuestra huella ecológica en esta área.
De acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), 72% de la población mexicana es usuario de algún servicio de internet. Este incremento se ha visto a lo largo de los últimos cinco años, no obstante la pandemia, que nos orilló a cambiar la modalidad de trabajo y clases al formato online, provocó un aumento entre el 2020 y 2021 en la compra de dispositivos, servicios de internet y consumo de redes sociales, superior a los otros periodos. Con esto se evidenció también las brechas sociales (y digitales) entre los estados más urbanizados y los estados con mayor población en situación de pobreza: los estados con mayor acceso a internet son Nuevo León (84.5% de la población), Ciudad de México (84.4%) y Baja California (84.3%), a comparación de Chiapas (45.9%), Oaxaca (55%) y Veracruz (58.9%) que presentan un porcentaje de menos acceso; generando también la baja de alumnos del periodo escolar por la falta algún servicio de televisión, internet, radio o telefonía. (Forbes, 2021).
A pesar de que los primeros meses se presentaron fallas y saturación en los servicios por la conexión masiva de usuarios, el internet también “ayudó a subsistir a micros, pequeñas y medianas empresas, que hicieron de él un aliado para avanzar en la transformación de la educación, del trabajo, de los negocios y a la información digital.” (CONCANACO, 2021) con la llegada de la cuarentena.
Lo anterior atrajo la atención de expertos en medio ambiente y a nivel internacional se instó a las empresas a disminuir el uso de los correos electrónicos, muy a pesar de que algunas de ellas ya expresaban como parte de la firma de los usuarios la leyenda de usar correos y/o facturas electrónicas en vez de imprimirlos para evitar la tala de árboles, sin embargo el objetivo de esta nueva propuesta es el ahorro de energía: aún cuando no vemos físicamente el impacto de un correo electrónico en el medio ambiente, como en el caso de los desecho de algunos otros productos, se requiere de una estructura electrónica para todo lo que se queda guardaba en la nube, así como para la gestión de envíos, filtro, lectura y entrega de los correos electrónicos. (Vera Olalde en Mancilla, 2021).
El ciclo comienza con la fabricación de los equipos electrónicos, que de acuerdo al estudio La cacheé du numérique, publicado en el 2019, la fabricación de una sola computadora emite 124 kg de CO2, sumándole los 169 kg que probablemente producirá a lo largo de su periodo de vida, todo dependerá del fin que el usuario le dé, pues a la par del incremento de estos aparatos, los servicios de streaming y redes sociales han incrementado también su demanda, al igual que sus emisiones de CO2. El mismo documento estima que los porcentajes de efecto invernadero se dividen entre la infraestructura de la red (28%), los centros de datos (25%) -por el número de usuarios de un equipo inteligente-, y el resto por los equipos electrónicos, computadoras, teléfonos inteligentes, tabletas, objetos conectados, GPS, etc. (Agence de l’Enviroment et de la Maîtrise de l’Energie, 2019).
El problema continua cuando estos aparatos consumen energía aún cuando no están siendo utilizados, independientemente de su conexión a la luz eléctrica, pues cuando permanecen conectados a la red seguirán consumiendo energía, y por lo tanto contaminando.
Por lo tanto, las propuestas que han surgido para reducir estas emisiones es no centrar la atención sólo en lo generado por los materiales de los aparatos sino en todas aquellas acciones que conllevan usar internet. (de la Fuente, 2020). En relación a esto, el Objetivo 13 de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), entre sus metas, pide “mejorar la educación, la sensibilización y la capacidad humana e institucional respecto de la mitigación del cambio climático, la adaptación a él, la reducción de sus efectos y la alerta temprana”. (U.N, s.f). En consecuencia se han elaborado algunas recomendaciones que pueden ayudar a disminuir las brechas sociales antes mencionadas, aplacar los efectos contaminantes del uso masivo de equipos electrónicos y servicios de internet.
La gran pregunta es ¿qué acciones pueden tomarse para mitigar este impacto? Algunas empresas han empezado a optar el uso de energías renovables para el almacenamiento de datos estableciendo sus estructuras en zonas geográficas con las condiciones necesarias de enfriamiento y otros recursos renovables (y no contaminantes), tal es el caso de Facebook y Kolos (Crespo, 2019). En cuanto a las personas, se sugiere que, a pesar de lo tedioso que esto pueda parecer, se dediquen periódicamente a eliminar los correos no deseados, mails antiguos, apaguen sus ordenadores o coloquen reglas de interrupción de apagado, desconectar de redes wifi sus equipos y apagar routers, lo mismo que preferir redes wifi que redes móviles. Se recomienda también no dejar en modo suspendido los aparatos, cuidar el almacenamiento de nuestros otros dispositivos, etc. No obstante eso no quiere decir que se todo se coloque nuevamente en papel, sino que también debe seguirse la recomendación de la leyenda anteriormente mencionada sobre la conciencia de la impresión, como imprimir sólo lo necesario cuando sea necesario, mantener parámetros de impresión y cuando se imprima usar papel reciclado.
Estas medidas impulsarán los cuatro puntos restantes del Pacto de Acción Global: 2) Se invitará a los empleados a depurar el email y a conservar los archivos necesarios en memorias externas de amplia capacidad; 3) Se promoverá el uso de plataformas como Ecosia que al accionar el buscador se promueve plantar un árbol por cada búsqueda y así eliminar 1 kg de CO₂; 4) Se realizará una campaña continúa para promover la campaña: “economizar en emails” y 5) Se propone un bono para el empleado que permanentemente demuestre tener su bandeja de entrada limpia y envíe menos mails de los necesarios.
Por lo pronto esperamos que estas cifras sobre la llamada “contaminación invisible” inviten a nuestros lectores a reflexionar sobre el impacto ecológico que el uso de datos, la búsqueda de información y el almacenamiento de archivos innecesarios en nuestros dispositivos, generan. Y comenzar a sembrar en ellos la semilla del cambio, por nuestro bien y el las generaciones futuras.
Referencias bibliográficas:
ADEME. (2019). La cacheé du numérique. Agence de l’Enviroment et de la Maîtrise de l’Energie https://librairie.ademe.fr/cadic/2351/guide-pratique-face-cachee-numerique.pdf?modal=false
CONCANACO. (23 de mayo 2021). El internet salvó a miles de micro, pequeñas y medianas empresas durante la pandemia: Concanaco Servytur. CONACANACO. https://www.concanaco.com.mx/el-internet-salvo-a-miles-de-micro-pequenas-y-medianas-empresas-durante-la-pandemia-concanaco-servytur/
Crespo, C. (20 de febrero 2019). ¿Cuánto contamina el internet?. National Geographic. https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/2019/02/cuanto-contamina-internet
Forbes. (22 de junio 2021). La población mexicana usuaria de internet aumentó 72% en 2020. Forbes México. https://www.forbes.com.mx/la-poblacion-mexicana-usuaria-de-internet-aumento-72-en-2020/
Mancilla, P. (29 de octubre 2021). Plan de Acción Climático (PAC): Economizando emails en el trabajo. Blog CISAV. https://cisav.mx/2021/10/29/plan-de-accion-climatico-pac-economizando-emails-en-el-trabajo/
Naciones Unidas. (s.f). Objetivos de Desarrollo Sostenible. ONU. https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/
[1] Plan de Acción.
- Como primer paso se llevará a cabo una plática de concientización sobre la problemática de generar, conservar y promover el uso de emails innecesarios en el trabajo (Mancilla, 2021)