La pobreza toca a la puerta de nuevos hogares

 

 

Por Cristóbal Barreto|

 

 

Producto de la crisis económica que está dejando la pandemia del Covid-19 la pobreza en América Latina se calcula llegará a 37.3% de la población en 2020, cuando en 2019 afectaba al 30.2% (CEPAL:2020, 11). Lamentablemente varios países, entre ellos México, se ubican muy por arriba de este promedio esperado: Honduras con 59%, Nicaragua con 52.7%, Guatemala con 51.6% y México con 49.5%. Esto significa que 202 millones de personas padecerán esta condición, de las cuales 63.8 millones serán mexicanas. Miles de hogares que antes se encontraban fuera de esta situación ingresarán a ella porque llegó el desempleo a uno o varios miembros de la familia y/o como resultado de la disminución del ingreso, producto del desempleo o por la disminución en la percepción económica.

 

Para el caso mexicano dos datos ilustran muy bien el tamaño del impacto en las familias: si el Producto Interno Bruto (PIB) en 2020 decrece 7.0% habrá 12 millones de nuevos pobres, pero si alcanza el 12% llegará a 16 millones de personas (BBVA Research 2020); la reducción de la clase media, si el PIB desciende 8% pasaría de 63% a 54%, donde 11.5 millones de personas dejarían este nivel socioeconómico, de cumplirse este pronóstico (Székely, Acevedo y Flores:2020).

 

Para Matías Busso y Julián Messina que han estudiado los efectos de las crisis económicas en el desempleo, la pobreza y la desigualdad en América Latina, la del Covid-19 aún no les permite aventurar los años en que se recuperarán los niveles de empleo, ingreso e igualdad que se tenían hasta antes de esta situación. En procesos pasados, entre 1990 y 2018, el promedio de la recuperación del empleo al nivel previo tardó nueve años y los de pobreza de cuatro a seis años (Busso y Messina:2020, 48), esto nos da un parámetro de lo que pueden tardar las personas para salir de ella y regresar, cuando menos, a la condición previa en que se encontraban hasta antes de la pandemia.

 

Esta crisis que afecta a todos los países del mundo, aunque de manera desigual, en función de las medidas anti cíclicas que cada uno ha venido tomando, impacta de manera distinta a las personas, dependiendo del nivel educativo, formalidad del empleo o del sector de ocupación. Genera mayores daños en los niveles educativos con secundaria o menos, en los ocupados en la informalidad, en los que no pueden realizar su trabajo a distancia (teletrabajo o home office) y en los que se desempeñan en servicios turísticos (Busso y Messina:2020, 52).

 

Las personas ubicadas en el universo antes descrito son las que ingresan a las filas de la pobreza y si por alguna circunstancia ya estaban dentro de ella su situación se torna más complicada. Dichas personas en su ocupación son, vistas por su condición de nivel educativo, los trabajadores de la construcción, obreros no calificados, taxistas, cadeneros, meseros, limpia autos, jardineros, vigilantes, entre otros; por formalidad en el empleo, los informales como tianguistas, taxistas, meseros, carniceros, trabajadoras domésticas y de limpieza, obreros, (este grupo al estar en esta condición no reciben retribución económica por desempleo temporal o terminación del mismo); porque su trabajo no se puede realizar a distancia, los cocineros, vendedores, obreros calificados y no, mecánicos, chef, pilotos, azafatas; y por quienes se desempeñan en el sector servicios, guías turísticos, conductores, camareros, recepcionistas, maleteros, animadores de espectáculo, entre otros.

 

Estos trabajadores serán mayormente quienes ingresen a las filas de la pobreza. En otros términos, la crisis está afectando a los más vulnerables, ya que son las personas con ciertas características educativas, condición de empleo y ocupación las que se están quedando sin empleo o reduciendo el ingreso del hogar. La pérdida de empleos por quintiles durante la cuarentena muestra más claramente los daños en este grupo, Q1 70%, Q2 60%, Q3 50%, Q4 40% y Q5 20% (Busso y Messina:2020, 53).

 

Esta crisis, a diferencia de las que tuvieron que ver con asuntos de quiebras financieras, deudas de pago, devaluaciones de la moneda, es más amplia en cuanto sus efectos en las personas y parece los será en cuanto a la duración. Por eso la cantidad de personas que están engrosando las filas de la pobreza. En países donde el porcentaje de crecimiento será mayor son: Argentina con 10.8% (4.8 millones), Perú con 9.3% (3.07 millones), México con 7.7% (9.9 millones) y Brasil con 7.6% (16.1 millones); en contra parte, los países a donde subirá menos son: Paraguay con 1.5% (107 mil), Uruguay con 2.4% (83 mil), Panamá con 2.9% (125 mil) y Guatemala con 3.0% (538 mil) (CEPAL:2020, 11).

 

Los países del Caribe, aunque no forman parte de la muestra de estudio de la pobreza de la CEPAL, también están sintiendo los efectos económicos de la pandemia y más claramente en los que su economía depende del turismo, ya que este sector paró al 100% en los primeros meses de la contingencia. La mejor muestra de esa magnitud la expresa el porcentaje de personas que se ocupan en el sector, en Antigua y Barbados 90%, en Santa Lucía 78%, en Saint Kits y Nevis 49%, en Bahamas 46%, en San Vicente y las Granadinas 45%, en Granada 42%, en Belice 39% para el caso de Centroamérica (CEPAL:2020, 3). El dato revela el impacto en la pobreza de la población de estos países y, por otro lado, las dificultades para salir de ella dadas las bajas expectativas de una pronta recuperación del sector.

 

La pobreza, como resultado de las consecuencias de la pandemia, está llegando a nuevos hogares, en específico a las clases medias que estaban en condición de vulnerabilidad, por el tipo de empleo (informales) o el sector de ocupación (de manera especial los del sector turístico). Los pobres que ya estaban en este nivel muchos de ellos pasarán a los de extrema pobreza, que será del 15.5% de la población de América Latina (84 millones), de los cuales, 4.5% (24.4 millones), son los que migrarán de la pobreza en general a la extrema pobreza. Estos datos refieren el drama de personas y familias que están o estarán sufriendo en las próximas fechas las consecuencias del desempleo y/o la baja de los ingresos del hogar.

 

En los países más grandes de la región, Brasil, México y Argentina es a donde ingresarán más personas a las filas de la pobreza, desafortunadamente también lo será para los países más pobres en especial los del Caribe, por la cantidad de personas empleadas en el turismo. Los pobres y vulnerables requieren del apoyo solidario y empatía de la sociedad y de manera especial del gobierno para evitar lo más posible su sufrimiento y de que se generen condiciones para que salgan lo más pronto posible de ella. Para los pobres y vulnerables no bastan los discursos que señalan que su condición es pasajera, porque no es consuelo ni les ayuda en nada, mucho menos que se les destaque como consentidos del gobierno. Las personas requieren seriedad en las acciones, solidaridad y políticas públicas que generen condiciones para sacarlos de esa condición.

Sin embargo, si como como lo expresa el papa Francisco en su Encíclica Fratelli Tutti, la pobreza de nuestro tiempo es más amplia si se valora en toda su dimensión y con las categorías propias del momento histórico (Francisco, 2020:21). Bajo esta mirada los pobres, además por los problemas de ingreso, también son aquellos que sufren por la calidad de su alimentación, que enfrentan problemas de acceso a la salud, por las condiciones en que se encuentra su vivienda, por la cantidad, calidad de los servicios público con que cuenta y todos los que padecen diversos tipos de limitaciones por el color de su piel, por el lugar donde viven, por la religión que profesan, por su condición física o por su edad. En otras palabras, la pobreza está en muchos más hogares y abarca a más personas de las que hoy se contabilizan.

 

 

 

  • Bibliografía:
  1. BUSSO M. y MESINNA J. (2020). La desigualdad en tiempo de crisis. Lecciones de la crisis de la Covid-19, en BID (2020). La crisis de la desigualdad. América Latina y el Caribe en la encrucijada. Matías Busso y Julián Messina, editores.
  2. BBVA Research (2020). Escenarios de los efectos en la pobreza en México a consecuencia de la crisis por Covid-19. 21 de mayo 2020.
  3. CEPAL (2020). Informe Especial COVID-19. 15 de julio de 2020.
  4. CEPAL-OPS (2020). Informe COVID-19. 30 de julio de 2020.
  5. Vaticano II. Carta Encíclica Fratelli Tutti. 1 octubre 2020.
  6. SZEKÉLY M, ACEVEDO I. y FLOES I. (2020). Magnitud del impacto social del COVID-19 en México, y alterativas para amortiguarlo: Resultados por entidad federativa. Centro de Estudios Educativos y Sociales. 1 de junio de 2020.