Los rostros que nos duelen: Día internacional de los niños y niñas en situación de calle

Por Alin Castellanos.

 

Reconocer entonces que la mirada de las y los infantes se apaga por las vulneraciones que los adultos hemos creado para ellos y ellas, niños y niñas sin educación básica,  mendicantes y vulnerables a varios tipos de trata como la explotación laboral, mendicidad forzada y trabajo sexual infantil flagelo que sufren mayormente las menores de edad pero los varones no se encuentran absueltos, pedir limosna/ caridad,  estar en constante situaciones de todo tipo de violencias incluida la sexual, realizar trabajos extenuantes para recibir una poca remuneración económica, poner el riesgo su vida todos los días en las calles vulnerados ante cualquier situación, por buscar dónde dormir y qué comer; son una serie de situaciones que deben de ser frenadas. Aunada a situaciones ya descritas, existen problemas de salud pública como lo es el COVID-19, desnutrición, higiene, por ejemplo en el caso de las adolescentes el acceso a productos de higiene personal, en especifico toallas sanitarias y una buena asepsia es un problema aun más grande y una necesidad que se debe mirar con perspectiva de género y de derechos humanos. No dejemos que la calle sea una sentencia de vida.

 

No descarguemos sobre los niños nuestras culpas, ¡por favor! Los niños nunca son «un error». Su hambre no es un error, como no lo es su pobreza, su fragilidad, su abandono —tantos niños abandonados en las calles; y no lo es tampoco su ignorancia o su incapacidad—; son tantos los niños que no saben lo que es una escuela. Si acaso, estos son motivos para amarlos más, con mayor generosidad (Papa Francisco, audiencia general del 8 de abril de 2015)

 

Tenemos que hablar de un tema que esta demás decir que es doloroso; ni la persona más insensible deja de conmoverse ante esta problemática social que son las infancias en situación de calle. La realidad es que siempre surgen las mismas dudas ¿cómo es que llegan a esa situación? ¿de quién es la responsabilidad? y la mayoría de las veces se culpa a los progenitores, el Papa Francisco nos increpa con tan sencillas palabras pero contundentes “Alguno se atreve a decir, casi para justificarse, que fue un error hacer que vinieran al mundo. ¡Esto es vergonzoso!” (Papa Francisco, 2015);  olvidando que este es un problema estructural, más complejo que reducirlo sencillamente, el censo de Población callejera del 2017, que abordare con mayor profundidad mas adelante indica  que los problemas familiares, económicos, adicciones, problemas de salud física y mental son algunas de las causas. Pero el cuidado de las infancias es un deber de todas las personas que formamos parte de la sociedad, “quienes tienen la tarea de gobernar, de educar, pero diría todos los adultos, somos responsables de los niños y de hacer cada uno lo que puede para cambiar esta situación” (Papa Francisco, 2015).

A Partir del 2012 y gracias al Consortium for Street Children[1] (CSC), que es una de las redes internacionales que trabaja de la mano con gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, legisladores/as, empresas con el objetivo de “construir un mundo donde los niños de la calle sean tratados por igual; tener derecho a ser oído ; y tienen derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo” (CSC, 2012), también focaliza sus esfuerzos en la visibilización de los niños y niñas de la calle, que se escuche su voz y que sus derechos no sigan siendo ignorados como si fueran mero paisaje de la cotidianidad en las zonas urbanas; por ello estable el 12 de abril se instituya como el  Día Internacional del Niño y la Niña en Situación de Calle, “para reconocer la humanidad, la dignidad y el desafío de los niños de la calle frente a penurias inimaginables” (CSC, 2021).

Es en extremo complicado poder tener un número correcto de niños y niñas en situación de calle, sin olvidar que las y los adolescentes se encuentran mucho muy vulnerables por el echo de no ser tomados en cuenta. El rastreo estadístico indicaba conforme a cifras del INEGI en 2004 existían conforme a la encuesta levantada en el año 2000 por el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del antes Distrito Federal hoy Ciudad de México y la UNICEF 14,322 niños y niñas que vivían y trabajaban en la calle en la Ciudad de México (INEGI, 2004). El Censo de Poblaciones Callejeras del 2017, menciona que tan solo en la Ciudad de México existen 6,754 personas integrantes de Poblaciones en situación de calle 4,354 se encuentran en el espacio público y 2, 400 en albergues públicos y privados, 87.27% son hombres y el 12.73% mujeres. De este número el 82.66% son hombres su rango de edad es entre los 18 a los 59 años y el 11.29 % son mujeres de entre 18 y 59 años. El 3.74 % son personas adultas mayores y el 1.9% son menores de 18 años. El 2.8% de la población dice ser extranjera de países como Honduras y el Salvador. Señaló el censo que el 100% de la población encuestada menciono consumir algún tipo de sustancias estimulantes. Valdría la pena realizar este ejercicio de investigación en cada Estado de la República Mexicana que nos permita identificar y generar política pública adecuada.

Recordemos a importancia de la Opción preferencial por los pobres sobre todo en esta caso “La niñez, hoy en día, debe ser destinataria de una acción prioritaria de la Iglesia, de la familia y de las instituciones del Estado, tanto por las posibilidades que ofrece, como por la vulnerabilidad a la que se encuentra expuesta “(Aparecida, 2013); en especial los niños y niñas en situación de calle, ya que son doblemente vulnerados; refiere entonces

“Vemos con dolor la situación de pobreza, de violencia intrafamiliar (sobre todo en familias irregulares o desintegradas), de abuso sexual, por la que atraviesa un buen número de nuestra niñez: los sectores de niñez trabajadora, niños de la calle, niños portadores de HIV, huérfanos, niños soldados, y niños y niñas engañados y expuestos a la pornografía y prostitución forzada, tanto virtual como real. Sobre todo, la primera infancia (0 a 6 años) requiere de una especial atención y cuidado. No se puede permanecer indiferente ante el sufrimiento de tantos niños inocentes (Aparecida, 2013).

Subrayo indicando que no se puede ser indiferente con el dolor de los niños y niñas y más porque somos los adultos que debemos protegerlos y no dañarlos.

A ello quiero hacer alusión a las propuestas que de la campaña mundial de promoción, “Los 4 pasos hacia la igualdad”, de la Consortium for Street Children que  insta a los gobiernos a garantizar que los niños de la calle puedan acceder a todos sus derechos en virtud de la Convención sobre los Derechos del Niño; refiriéndose en especifico a la Observación General Número 21 de la ONU sobre Niños en Situaciones de Calle, estos puntos son:

  1. Compromiso con la Igualdad (en el que busca reconocimiento en que todos los niños y niñas tienen los mismos derechos y se debe reflejar en la ley sus distintas situaciones),
  2. Proteger a todos los niños ( se requiere protección y garantizar el acceso a la justicia de los y las menores de edad),
  3. Proporcionar acceso a los servicios (servicios de educación y salud); y por ultimo
  4. Crear soluciones especializadas (adaptar los servicios dependiendo de las necesidades y desafíos de cada infante).

Reconocer entonces que la mirada de las y los infantes se apaga por las vulneraciones que los adultos hemos creado para ellos y ellas, niños y niñas sin educación básica,    mendicantes y vulnerables a varios tipos de trata como la explotación laboral, mendicidad forzada y trabajo sexual infantil flagelo que sufren mayormente las menores de edad pero los varones no se encuentran absueltos, pedir limosna/ caridad,  estar en constante situaciones de todo tipo de violencias incluida la sexual, realizar trabajos extenuantes para recibir una poca remuneración económica, poner el riesgo su vida todos los días en las calles vulnerados ante cualquier situación, por buscar dónde dormir y qué comer; son una serie de situaciones que deben de ser frenadas. Aunada a situaciones ya descritas, existen problemas de salud pública como lo es el COVID-19, desnutrición, higiene, por ejemplo en el caso de las adolescentes el acceso a productos de higiene personal, en especifico toallas sanitarias y una buena asepsia es un problema aun más grande y una necesidad que se debe mirar con perspectiva de género y de derechos humanos. No dejemos que la calle sea una sentencia de vida.

Termino esta breve aportación, pidiendo que no alejemos nuestras miradas al ver un niño, niña o adolescente en situación de calle, las caritas sucias, las miradas tristes y las manos secas nos indican que su valor y su dignidad siguen intactos pero sus vidas están siendo lastimadas por la irresponsabilidad de toda la sociedad. Te pido realizar un recorrido corto en la calles de tu ciudad y contabilices las personas y en especial infantes que se encuentran en situación de indigencia, para identificar el problema y poder realizar acciones comunitarias que logren cambios aunque sea pequeños. No olvidemos que reconocerse en la mirada del otro es indispensable para dar cuenta el daño causado. Mientras lees este blog, en un aparato tecnológico, un niño o niña busca donde pasar la noche, recordando siempre que este es un problema de todos y todas ¿Acaso a ti no te duele?, cierro este blog con estas palabras “cuando se trata de los niños que vienen al mundo, ningún sacrificio de los adultos será considerado demasiado costoso o demasiado grande, con tal de evitar que un niño piense que es un error, que no vale nada y que ha sido abandonado a las heridas de la vida y a la prepotencia de los hombres». ¡Qué bella sería una sociedad así! Digo que a esta sociedad mucho se le perdonaría de sus innumerables errores. Mucho, de verdad” (Papa Francisco, 2015).

 


[1] https://www.streetchildren.org/what-we-do/?lang=es

Referencias:

Conferencia del episcopado V.(2013). Aperecida. Recuperado de:https://www.vidanuevadigital.com/wp-content/uploads/2013/04/Documento_Conclusivo_Aparecida.pdf

CSC. (2021). Los 4 pasos hacia la igualdad. Recuperado de: https://www.streetchildren.org/idsc/the-steps-to-equality-for-street-children/?lang=es

INEGI. (2004). El trabajo infantil en México 1995-2002. Recuperado de https://www.unicef.org/mexico/spanish/mx_resources_trabajo_infantil.pdf

IASIS.(2017). Censo de Poblaciones Callejeras. Recuperado de: https://www.sibiso.cdmx.gob.mx/storage/app/uploads/public/599/de4/6ac/599de46aca178812512832.pdf