Por Andrea Munguía Sánchez
La pandemia ha afectado a más de 150 millones de estudiantes en Latinoamérica y ante los riesgos que representa el regreso a las aulas los gobiernos han optado por un sistema “a distancia” para continuar con las clases. En el continente, Uruguay, México, Colombia y Chile se destacaron por las estrategias implementadas recurriendo a las tecnologías de comunicación “tradicionales” (radio y la televisión abierta) para garantizar el mayor alcance posible.
Este sistema se compone de clases virtuales mediante aplicaciones como meet, classroom o zoom que permiten “mantener” la interacción con los alumnos, así como una programación televisiva y de radiodifusión para distintos grados escolares.
En nuestro país, la dinámica a través de la videollamada implica que el profesor monitoree la sesión y uno de los padres o tutores acompañe en todo momento al alumno. En cuanto las clases por radio y televisión se ha establecido un horario (con repeticiones) para los distintos grados escolares con duración de hasta 4 hrs. dependiendo del nivel, y una sesión especial de 30 minutos que los padres/tutores deben mirar previamente para capacitarse en esta nueva modalidad.
Sin embargo desde que se anunció este tipo de clases, especialistas han resaltado algunos de los retos que implican, como el hecho de que un 10% de la población no cuenta con televisión o radio, ni mucho menos una computadora para sintonizar las clases, la confusión de horarios, el incremento de la carga doméstica en madres y padres de familia, la falta de un programa asertivo para educación especial y, como menciona Manuel Gil Antón, del Colegio de México, todos aquellos niños que por razones económicas no podrán acceder a la escuela. Este rezago educativo se suma al de comunidades indígenas, con discapacidad o con ingresos mínimos, que mantienen altos índices de deserción escolar (Backhoff, 2020).
Sobre este tema se han desarrollado foros y artículos cotejando la estrategia educativa virtual con la realidad de los mexicanos que menos tienen. Los puntos a considerar son:
1) La situación de los padres de familia, 2) Las condiciones socioculturales de las comunidades indígenas, 3) El conocimiento de los recursos digitales, 4) Complicaciones laborales y económicas de los padres/tutores, 5) Materiales no actualizados para el trabajo virtual en educación especial, entre otros.
Respecto al primer punto ya lo menciona Backhoff (2020) “la calidad de apoyo de los tutores y padres de familia será inversamente proporcional a la edad del estudiante pero la complejidad será directamente proporcional al grado que se curse”, por lo que propone dos factores más aparte del grado de escolaridad de los padres y tutores para tomar en cuenta en el avance de los alumnos: el número de hijos en edad escolar por familia y la disponibilidad de tiempo de los adultos.
Para el segundo punto, Anayeli Mejía R. (2020), presidenta del Consejo Supremo Hñahñu, menciona que en comunidades remotas, sin señal, la educación indígena irá desapareciendo paulativamente sino se contemplan las condiciones de vida de los pueblos. Siendo los estados de Oaxaca, Guerrero y Chiapas los más afectados.
En este último por ejemplo, el desplazo forzado por el conflicto agrario que se vive en lugares como Chenalhó, en conjunto con la pandemia tiene sin escuela a los niños. Las mujeres tzotziles aseguran que aunque la SEP contempla la traducción del contenido escolar en su lengua materna, existen muchas deficiencias, por lo que las familias ven como opción que los hijos pierdan el ciclo escolar o ya no regresen a clases, corriendo el riesgo de que las niñas se queden al cuidado del hogar y personas dependientes, y los niños se incorporen a la venta de artesanías para balancear las pérdidas provocadas por la pandemia.
Para Gina Sánchez, docente de secundaria pública, una de las dificultades con las que se ha encontrado es que tantos alumnos como padres de familia, aunque familiarizados con las redes sociales, no cuentan con los conocimientos suficientes sobre el uso de las herramientas digitales. Por lo que la entrega de los trabajos se retrasa aún más que en modo presencial.
Estos testimonios vuelven central el tema de la cooperación para no agrandar la brecha de desigualdad que ya viven estas comunidades ni dejar en la incertidumbre la educación de miles de niños indígenas. Tal cual mencionó el Mtro. Carlos Hernán Rodríguez Becerra, en el Conversatorio final de la serie Educación indígena y derechos humanos en el contexto de la pandemia COVID-19: es importante “hacer un llamado a los gobiernos y a los estados a construir una mirada preferencial, un enfoque diferenciado para la población indígena y, sobre todo, prioritaria, no discriminatoria”.
Referencias
- Backhoff, E.(2020). Educación y Covid-19 en México. El Universal. https://www.eluniversal.com.mx/opinion/eduardo-backhoff-escudero/educacion-y-covid-19-en-mexico-ii
- Forbes.(2020).Conflicto armado y Covid-19 arrebatan educación a los niños indígenas. Forbes.
- https://www.forbes.com.mx/conflicto-armado-y-covid-19-arrebatan-educacion-a-los-ninos-indigenas/
- Espino de Lara, R. (2020). Rezago educativo indígena, condena perpetua 2/2. La Jornada.
- OEI. (2020). “La pandemia ha trasparentado nuestras vergüenzas”: Mariano Jabonero en el cuarto conversatorio sobre Educación Indígena y Derechos Humanos.
- https://oei.org.mx/Oei/Noticia/la-pandemia-ha-trasparentado-nuestras-verguenzas-mariano-jabonero-en-el
- Pais, A.(2020). Coronavirus: 4 países de América Latina que lograron aplicar estrategias exitosas de educación a distancia ante la pandemia. BBC Mundo.
- https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-52375867