Por José Miguel Ángeles de León
1. Los orígenes de la Teología del pueblo
Recientemente, la Teología del pueblo ha adquirido una importancia considerable debido a su influencia en el pontificado del Papa Francisco. La Teología del pueblo es una interpretación peculiar de la teología cristiana, emanada de los contextos sociohistóricos propios de América Latina, y es una de las principales líneas de pensamiento dentro de las llamadas “Teologías de la liberación”. Es importante notar, frente al lugar común, que no existe sólo una “Teología de la Liberación”, sino que bajo este nombre subsisten varias perspectivas teológicas que tienen en común tanto el lugar de origen (América Latina), como algunas de las inquietudes para las que son planteadas (por ejemplo, evitar la marginación cultural, económica, política y hasta teológica y filosófica, frente a las “metrópolis”; este es uno de los aspectos centrales de la opción preferencial por los pobres).
La Teología del pueblo nació en Argentina, del seno del Concilio Vaticano II, de las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano de Medellín (1968) y Puebla (1979) y del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. Los documentos emanados de estas Conferencias son centrales para comprender los alcances y fines de esta peculiar reflexión teológica. También para estudiar y vislumbrar los sentidos de la Teología del pueblo es importante conocer la “Declaración de San Miguel”, que fueron las conclusiones del Episcopado argentino sobre el Documento de Medellín de 1968. El firmante de esta declaración fue Mons. Eduardo Pironio, obispo-cardenal de La Plata, que también presidió la Conferencia de Medellín. El “editor en jefe” de la “Declaración de San Miguel” fue Lucio Gera, quien es considerado el fundador de la Teología del pueblo. Lucio Gera fue el “gran maestro” de Teología del pueblo, entre sus principales discípulos se cuentan a Jorge Mario Bergoglio y a Juan Carlos Scannone.
2. Principales exponentes, método y contexto de la Teología del pueblo
Según Juan Carlos Scannone (2017) es necesario comprender a grandes rasgos la Teología del pueblo para tomar conciencia del significado profundo del programa pastoral del Papa Francisco, plasmado en Evangelii Gaudium. Actualmente, la Teología del pueblo no sólo inspira obras teológicas y pastorales, sino también filosóficas y relacionadas con las ciencias sociales. Entre los principales exponentes de la Teología del pueblo (en su primera generación, “la Escuela del Río de la Plata”) se cuentan a teólogos, filósofos e historiadores porteños como Lucio Gera, Alberto Methol Ferré, Rafael Tello, Justino O’Farrel, Gerardo Farrel, Juan Luis Segundo y Juan Carlos Scannone; así como a Guzmán Carriquiry, Eduardo de la Serna, Carlos María Galli y Emilce Cuda, quienes siguen cultivando esta línea de pensamiento, y ampliando sus alcances más allá de la teología y del Río de la Plata. Sobre todo, a partir de las obras y el pensamiento de Methol Ferré, Gera y Scannone.
La Teología del pueblo tiene como característica que utiliza el método de las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano: «Ver, juzgar, actuar“. Juan Carlos Scannone (2009), en lo que sigue a Lucio Gera, propone que para comprender el sentido profundo de Teología del pueblo es necesario ahondar en el contexto histórico, económico y político de América Latina (periferia), que es la histórica dependencia, económica, política y también filosófica y teológica de los “centros del mundo” (Estados Unidos y Europa); más allá de los paradigmas liberales y marxistas. En este sentido, al superar la oposición liberalismo-marxismo, la Teología del pueblo se concibe como una “tercera vía”, como una alternativa frente a las polarizaciones ideológicas omniabarcadoras, que instrumentalizan categorías como “pueblo” o “soberanía” para romper violentamente con la unidad popular y la amistad social. Tales polarizaciones fueron el contexto latinoamericano durante la Guerra Fría, sobre todo reflejadas en el conflicto social entre las clases altas y las clases medias aspiracionistas (generalmente asociadas con el liberalismo y el poder de los Estados Unidos) y las clases bajas (habitualmente asociadas con una “clase media ilustrada” socialista que luchó “a favor” de los derechos de la clase trabajadora) que simpatizaban con la Unión Soviética. Este conflicto social en nuestros días ha renacido en las polarizaciones fomentadas por los neopopulismos, tanto de izquierda como de derecha. La Teología del pueblo buscó romper con tal falsa dialéctica, a partir de la unidad popular; fundada en la comprensión no instrumentalizada de la categoría “pueblo”, que se vislumbra en las necesidades personales de todos aquellos que conforman la sociedad, cuya solidaridad, a partir de la gratuidad, posibilita la amistad social; sobre todo con los más vulnerables: los marginados.
Según Scannone (2017), donación y la gratuidad son las principales categorías políticas, filosóficas y teológicas de la Teología del pueblo. Y la recuperación de las oposiciones dialécticas: pueblo/anti-pueblo; Pueblos/Imperios; y de las categorías: cultura popular, sabiduría popular, religiosidad popular, liberación, pobreza y Pueblo de Dios, sus principales rasgos epistémicos.}
3. “Pueblo”, la principal categoría de la Teología del pueblo
Para Juan Carlos Scannone es en la riqueza semántica de la palabra “pueblo”, en su multiplicidad de sentidos, donde radica su fertilidad. Así como “ser”, “pueblo” se dice de muchas maneras ”. Según Scannone (2017) el significado principal de “pueblo” es en el sentido de “nación”, como cuando hablamos de “pueblo hispano” o “pueblo polaco”, y por eso siempre es inherente una visión histórica de las naciones a tales significaciones de “pueblo”. Cuando nos aproximamos a la categoría “pueblo”, de manera histórica, o más bien intrahistórica, estamos en una lógica de “hombres de carne y hueso”, usando la expresión de Miguel de Unamuno (2017). Tal visión intrahistórica de los pueblos manifiesta el “espíritu” de cada nación: una sensibilidad y un talante particular, pero también diversas expresiones míticas y místicas que conforman “la sabiduría popular”. Siguiendo a Scannone (2017) la principal expresión de la «sabiduría popular» es la religiosidad popular.
Según Lucio Gera (2006), el “Pueblo” siempre es un sujeto colectivo, una comunidad, una pluralidad unificada por un elemento común. El descubrimiento de tales elementos comunes es el primer paso para la reconciliación popular, que es necesaria para cualquier solidaridad política y, sobre todo, para fundar una amistad social auténtica. Esta lectura de pueblo se opone a aquellas posturas y acciones políticas que parten de la afirmación de la diferencia como principio fundamental de la acción política (algo propio, por ejemplo, de los populismos). A la definición de Lucio Gera se puede agregar la consideración de Scannone (2017) que afirma que en un mismo pueblo pueden co-existir diferentes y hasta opuestos ideales de bien común, pero siempre debe prevalecer el mismo deseo de acción para el bien común. Según Scannone (2017), la definición de «Pueblo» de Lucio Gera se inspira en la definición de «populum» de Francisco Suárez.
Es importante resaltar que este “prevalecer del mismo deseo de acción en pro del bien común” siempre es analógico. Porque, en principio, si seguimos a Tomás de Aquino, el “bien común” siempre es analógico.
En el prevalecer del deseo de acción por el bien común, según Scannone (2017), se debe discernir bajo la inspiración del conocimiento “carismático y sapiencial”, que se da a partir de la connaturalidad. El conocimiento por connaturalidad es una clase de conocimiento que se realiza en el intelecto, pero no en virtud de relaciones conceptuales, ni por vía demostrativa, sino por la experiencia y la memoria. En este sentido, el conocimiento por connaturalidad es un conocimiento vital e intrahistórico, heredado por una tradición, cuyo contenido (lo que se conserva en la historia) es la expresión de la experiencia vital de un pueblo. Según Scannone (2017), este puede ser el método para interpretar los síntomas del pecado estructural que afligen al Pueblo.
Referencias
Gera, Lucio (2006). Escritos teológicos pastorales de Lucio Gera. Buenos Aires, Ágape Libros y Publicaciones de la Facultad de Teología.
Scannone, Juan Carlos (2009). Discernimiento filosófico de la acción y pasión históricas. Planteo para el mundo global desde América Latina. Barcelona, Anthropos-UAM.
(2017). La Teología del pueblo. Raíces teológicas del papa Francisco. Santander, Sal Terrae.
Unamuno, Miguel (2017). Del sentimiento trágico de la vida. Madrid, Akal.