“El primer director del Proyecto Genoma Humano (James Watson), inició el Programa de Implicaciones Éticas, Legales y Sociales de la herencia. Él ha financiado varios estudios sobre las implicaciones de la ingeniería genética humana” (Guerra, 2015: 70).
Por Patricia Raquel Mancilla Dávila
Para Michael Foucault la biopolítica es el estilo de gobierno que regula a las poblaciones mediante el uso del biopoder. Éste se define como la acción que surge por parte de los gobiernos con el propósito de gobernar la vida entera.
Las decisiones que deben de ser tomadas desde una elección individual acorde al proyecto de vida de cada ciudadano se vuelven políticas estimuladas por algunas campañas como las siguientes: “vámonos haciendo menos”, “la familia pequeña vive mejor”, “planifica, es cuestión de querer”,“un condón es más confiable que el destino” y la reciente y exitosa “¡Tú decides: infórmate; es tu derecho, ¡protégete!” (CONAPO, 2014)
Si a lo anterior le sumamos los avances biotecnológicos de los últimos años, caemos en cuenta que el biopoder no se ejerce sólo sobre los ciudadanos, sino también llega a las esferas del ámbito científico.
Por ejemplo, en noviembre de 2018 el Dr. He Jiankui fue conocido en todo el mundo por el “experimento con el que asegura haber creado los primeros bebés genéticamente modificados del mundo para que sean resistentes a ciertas enfermedades como el VIH” (Pais;2018).
En este caso el conocimiento de la ingeniería genética y las técnicas de manipulación genética hicieron posible experimentos como el del Dr. Jiankui. Gracias a la ingeniería genética es posible el control de la vida desde el laboratorio.
Ingeniería genética y biopoder
La ingeniería genética es el conjunto de procedimientos capaces de modificar el material genético. Se denomina terapia génica cuando se realiza en células vivas con el propósito de tratar alguna enfermedad, para lo cual se utilizan dos tipos de células: los gametos y las somáticas. Si el procedimiento se lleva a cabo en los gametos, los cambios se transmitirán a los hijos de ocurrir un efecto indeseable, sobre todo a largo plazo, y podrá afectar a una o más generaciones. Los dilemas bioéticos de la terapia génica se presentan cuando se usa para “mejorar” alguna característica humana, sin embargo ¿realmente es necesaria la mejora? Las mejorías aplicadas para producir personas perfectas son en esencia discriminatorias, este es un claro ejemplo de cómo se ejerce el poder sobre el origen de las personas.
Esto no es nuevo; Galton (1869), propuso un modelo de intervención social para mejorar las características de la población, consistente en planificar los matrimonios de forma que maximizaran las capacidades innatas de los niños. El método recibió el nombre de “eugenesia” […] “ La sociedad debía promover que las personas inteligentes tuviesen muchos hijos (eugenesia positiva), y evitar que las menos inteligentes los tuviesen (eugenesia negativa). Esos dos tipos de eugenesia fueron practicados desde fines del Siglo XIX particularmente en los seis países pioneros que promulgaron leyes eugenésicas: Estados Unidos (Normas desde 1907), Dinamarca, Noruega, Suecia, Alemania y Colombia (1917)”. (Guerra, 2015: 69)
La eugenesia negativa es aquella que busca mejorar al ser humano esterilizando y aislando a las personas con algún defecto o mal congénito. La eugenesia positiva se fundamenta en la identificación de genes sin ningún problema en las personas para que éstas se unan y se multipliquen. Es por ello, que la eugenesia negativa pretende apartar aquellas características genéticas no deseables para la raza humana.
Con el fin de lograr esta exclusión de rasgos no queridos se proponían medidas tendentes a evitar el linaje “defectuoso”, tales como impedir que los matrimonios que presentaran riesgo genético o parar el embarazo en aquellas parejas genéticamente incompatibles. “La eugenesia positiva, por su parte, intentaba difundir al máximo el número de genes y genotipos considerados como deseables, facilitando ciertas uniones y otorgando estímulos a las familias genéticamente seleccionadas que más se reprodujeran” (Guerra, 2015: 70)
Como señala Marcela Iacub: “el ejercicio de las técnicas de selección y fabricación de los embriones …vemos que el poder soberano delega al cuerpo médico el poder de hacer nacer y de impedir nacer, de hacer vivir” (Iacub; 177)
En casos como los anteriores, podemos retomar lo que Foucault asegura sobre el control al que aspiran los gobiernos sobre la población mediante el control de los procesos biológicos de las personas: “El cuerpo social deja de ser una simple metáfora jurídico–política para aparecer como una realidad biológica en el campo de la intervención médica” (Foucault; 1994: 209).
Normalizar este pensamiento implica grandes riesgos. Las prácticas eugenésicas no se limitan a las realizadas dentro de un laboratorio de reproducción humana, se extienden más allá de sus muros, resultado de diversas políticas públicas al rededor del mundo.
El Estado, tiene la obligación de velar por el cuidado de los derechos humanos y decidir sobre las condiciones de vida de una persona es un ejercicio de biopoder.
Referencias
- Bolivar, Z. (2008) Perspectivas de Bioética. Ciencia, (Bio) tecnología y sociedad. Pág. 356-380.
- Cárdenas,B Ingeniería genética y biotecnología: dilema y reto de la bioética del Siglo XXI. Pág. 149-159.
- Foucault, M: Ética, estética y hermenéutica. Traducción de Ángel Gabilondo. Editorial Gallimard, París, 1994. Pág. 209.
- Guerra, Y. & Acuña, H. (2015). Eugenesia como estrategia bio política en el mejoramiento de la raza en Colombia. Económicas CUC, 36(5), 67-77. Revisado el día 29 de marzo 2019 Disponible en http://revistascientificas.cuc.edu.co/index.php/ economicascuc/article/viewFile/690/5
- Iacub, M Las biotecnologías y el poder sobre la vida. Pág. 173-181
- Recuperado de http://www.conapo.gob.mx/es/CONAPO/
27_de_marzo_El_Consejo_Nacional_de_Poblacion_cumple_40_anos?page=2, revisado 29 de marzo 2019. - Recuperado de https://www.elespanol.com/ciencia/investigacion/20181128/jiankui- defiende-lulu-nana-adn-modificado-felices/356714494_0.html revisado 29 de marzo 2019
